viernes, 26 de diciembre de 2008

Remedios asturianos pal catarru

Tomar un fervidiellu: vinu caliente con zucre.
”Al catarru/da-y col xarru/ y si ta bien agarrao/ sidra o vinu calentao.
Tamién ferventáu(lleche fervío col untu’l gochu)enantes d’echase.
Esfriegues con alcohol o aguardiente y guardar dempués el calor na cama pa sudalu.
Pa la tose ferver plantes aromátiques: benitu,menta, romeru o carquexa: alendar fondo.
Y que no te pase na.

martes, 23 de diciembre de 2008

Manifiesto

Reciclaje

“Nada muere, todo está continuamente vivo, sólo que se transforma en otras formas; y esta no es una filosofía religiosa; son sólo hechos. Hoy se entierra a los muertos de manera anti-ecológica. Los muertos se pudren en un féretro a cuatro metros bajo tierra. Las raíces de los árboles no pueden regenerase. Además los muertos están separados del cielo y de la tierra por una losa de cemento y flores artificiales. El hombre debería ser enterrado sólo a medio metro, o dos pies bajo tierra. Luego allí debería plantarse un árbol. Debería ser enterrado en un ataúd degradable, de forma que cuando se plante un árbol encima, el árbol se beneficie de su sustancia, y lo cambie por sustancia de árbol. Cuando se visita una tumba no se visita a un hombre muerto, se visita a un ser vivo que se acaba de transformar en árbol. Sigue viviendo en el árbol”.

Friedensreich Hundertwasser (Viena, 1928-Nueva Zelanda, 2000)
Pintor, grafista y arquitecto austríaco.

El sanador de edificios










Friedensreich Hundertwasser (Viena, 1928-Nueva Zelanda, 2000)
Pintor, grafista y arquitecto austríaco.

“El que vive en una casa debe tener derecho a asomarse a su ventana y a diseñar como le apetezca todo el trozo de muro exterior que pueda alcanzar con el brazo. Así será evidente para todo el mundo desde la lejanía que allí vive una persona”.

Cualquier clase de diseño personal es mejor que la estéril muerte. Nuestras casas están enfermas desde que existen planificadores urbanos dogmáticos y arquitectos de ideas fijas. Todas estas casas, que tenemos que soportar por miles, son insensibles, carecen de emoción, son dictatoriales, crueles, agresivas, lisas, estériles, austeras, frías y prosaicas, anónimas y vacías hasta el aburrimiento. Nuestras ciudades son la realización de los caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a la naturaleza y a las personas. Un buen edificio debe lograr unir dos cosas: La armonía con la naturaleza y la armonía con la creación humana individual. Somos simples huéspedes de la naturaleza y deberíamos comportarnos consecuentemente”.
“NATURALEZA + BELLEZA = FELICIDAD “. Ésta era la máxima del artista.
Otros de sus manifiestos fueron: “Manifiesto del Enmohecimiento”, “Tu derecho a la ventana”, “Tu deber hacia el árbol”, “La Santa Mierda”

martes, 16 de diciembre de 2008

"Escándalo"

ALMUDENA GRANDES 15/12/2008
EL PAÍS.COM

Cuando me enteré de que existía un programa de televisión titulado Gran Hermano, me quedé atónita. No es posible, me dije, ¿a quién se le ocurriría escoger un nombre tan despiadado, tan cargado de siniestras evocaciones, para un programa de entretenimiento? La magnitud de mi error, que no le resta un ápice de acierto a ese emocionante, trágico canto a la vida y la libertad que Orwell tituló 1984, no necesita comentarios. El grado de obscenidad, de exhibicionismo trivial, de humillación consentida, de violencia verbal, de crueldad, de indefensión, que desde entonces se desarrolla sin contratiempos en casi todas las cadenas, tampoco.

El escándalo ha estallado cuando un hombre enfermo y valiente, desesperado por la certeza de que la vida que ha amado, la que querría seguir amando, se ha acabado para él, consintió que una cámara filmara su muerte voluntaria. ¿Fue eutanasia? ¿Suicidio asistido? Eso no importa mucho. Las palabras de Craig Ewert, su sencillo coraje, la intensidad de su adiós a la vida, el último beso que recibió de su mujer, el que dio a cambio, me conmovieron profundamente, como el supremo acto de voluntad de un ser humano libre, digno, responsable de su dolor y del que su existencia deparaba a las personas que amaba, y a las que odiaba ver sufrir.

Hace unos días, la BBC emitió el documental con la previsible controversia y el correspondiente ruido mediático. Mientras la serena muerte de Ewert ocupaba algunas pantallas británicas, en otras de medio mundo, un ejército de seres anónimos o famosillos vendían sus miserias por un poco de dinero, y se insultaban, y se pegaban, y lloraban, y se humillaban en directo sin ofender la sensibilidad de nadie. Porque estimular la obscenidad de la vida se ha convertido en la norma de un espectáculo donde ya no cabe la dignidad. Ni la de los vivos, ni la de los muertos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

El cuento de las mujeres viejas

Me gustan las mujeres viejas
las mujeres feas
las mujeres malas

son la sal de la tierra
no aborrecen la basura humana


conocen el revés de la medalla
del amor
de la fe

vienen y van los dictadores hacen bufonadas
tienen las manos manchadas
con sangre de seres humanos


las mujeres viejas se levantan al amanecer
compran carne frutas pan
limpian cocinan
están en la calle con las manos cruzadas
callan
las mujeres viejas son
son inmortales



Hamlet se lanza dentro de su red
Fausto juega un papel vil y ridículo
Raskolnikov golpea con su hacha



las mujeres viejas son
indestructibles
sonríen con indulgencia



muere el dios
las mujeres viejas se levantan como cada día
al amancer compran pan vino pescado
muere la civilización
las mujeres viejas se levantan al amanecer
abren las ventanas
tiran los desperdicios
muere el hombre
las mujeres viejas
lavan al difunto
entierran a los muertos
plantan flores
sobre las tumbas

me gustan las mujeres viejas

las mujeres feas
las mujeres malas
creen en la vida eterna
son la sal de la tierra
corteza del árbol
son los humildes ojos de las bestias
la cobardía y el heroismo
la grandeza y la pequeñez
ellas ven en dimensiones exactas
cerca de las exigencias
del día cotidiano

sus hijos descubren América
perecen en las Termópilas
mueren en las cruces
conquistan el cosmos

las mujeres viejas salen al amanecer
van a la ciudad compran leche pan
carne condimentan la sopa
abren las ventanas

sólo los tontos se ríen
de las mujeres viejas
de las mujeres feas
de las mujeres malas

porque ellas son las mujeres hermosas
las mujeres buenas
las mujeres viejas
son un huevo
son el misterio sin misterio
bola que está rodando



las mujeres viejas
son las momias
de los gatos sagrados
son pequeñas
arrugadas
cada vez más secas
manantiales frutas
o gordas
budas ovalados


cuando mueren
del ojo cae
una lágrima
y se une
sobre los labios en la sonrisa
de una muchacha joven



TADEUSZ ROZEWICZ

La empatía