viernes, 1 de agosto de 2008

La oreja verde










Un día, en el expreso Soria-Monterde,
vi subir a un hombre con una oreja verde.

Ya joven, no era, sino maduro parecía,
salvo la oreja, que verde seguía.

Me cambié de sitio para estar a su lado
y observar el fenómeno bien mirado.

Le dije: Señor, usted tiene ya cierta edad;
dígame, esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?

Me contestó amablemente:Yo ya soy persona vieja,
pues de joven solo tengo esta oreja.

Es una oreja de niño que me sirve para oir
cosas que los adultos nunca se paran a sentir:

oigo lo que los árboles dicen, los pájaros que cantan,
las piedras,los ríos y las nubes que pasan;

oigo también a los niños cuando cuentan cosas
que a una oreja madura parecían misteriosas...

Así habló el señor de la oreja verde
aquel día, en el expreso de Soria-Monterde.

Gianni Rodari.

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