viernes, 27 de junio de 2008

¿Por qué están tan unidos los olores, las emociones y la memoria?


El cerebro contiene un conjunto de estructuras que ofrecen soporte integrado a las tres funciones: memoria, olor y emoción.
En los pequeños mamíferos está muy desarrollada la olfación, pero a lo largo de la evolución la estructura que le da soporte se convierte progresivamente en estructura de la emoción; de ahí que haya, en los humanos, tanta vinculación entre los olores y los estados emocionales.
Contigua a la estructura olfatorio-emocional hay la estructura que da soporte a la memoria, es así como puede entenderse la estrecha relación entre memoria y emoción, entre el aprendizaje y la actividad agradable y positiva de los maestros.
Las emociones sirven para motivarnos y así progresar en la vida: crecer, desarrollarnos, instruirnos, conseguir recursos, emparejarnos, procrear, etc.
Al mismo tiempo, gracias a la memoria podemos aprender de la experiencia distinguiendo lo útil de los superfluo, lo beneficioso de lo perjudicial, el amigo del adversario.
Aún en la edad madura los recuerdos pueden surgir a partir de un olor determinado que nos hace evocar la escuela, una merienda en casa de la abuela, o el confort de las sábanas limpias. El recuerdo tiene connotación emocional, es agradable, o por el contrario produce temor, aunque esté referido a una experiencia muy lejana en el tiempo.
El cerebro sigue vinculando toda la vida al olor, la emoción y el recuerdo de las escenas vividas.
Se dice que con los años perdemos memoria, exactamente perdemos capacidad para aprender. Mantenemos buenos recuerdos de juventud pero a menudo olvidamos lo que hicimos hace pocos días.
La disminución de la memoria, con la edad, no significa que se produzca una enfermedad cerebral, es tan solo la adecuación del cerebro a las nuevas circunstancias. De joven hay que recordar muchas cosas para ser útil y ganarse la vida. De mayor sabemos ya lo que nos interesa y tenemos tendencia a olvidar lo superfluo, a fin de no agobiar al banco de conocimiento que es el cerebro.
"Se empieza a envejecer cuando se deja de aprender"

Bibliografía: Nolasc Acarín: El cerebro del rey. Ed. RBA.

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